1. Demasiado sola en ese vestuario


    Data: 19.07.2022, Kategorie: Anal Sex grupowy Dojrzałe Autor: Anitaslut44

    Esa mañana había terminado mi clase de musculación y estaba por cambiarme en el vestuario del gimnasio para irme a trabajar.
    
    Era demasiado temprano y el lugar estaba prácticamente desierto.
    
    Creí que estaba totalmente sola; pero apenas me desnudé para ir a las duchas, escuché unas voces masculinas allí mismo, dentro del vestuario femenino.
    
    Entonces aparecieron frente a mí tres pibes que comenzaban su entrenamiento siempre después de mi horario.
    
    No me dieron tiempo a cubrir mi cuerpo desnudo con la toalla; me encontraron de frente a dos pasos, completamente en bolas.
    
    Yo me quedé helada; ya que ellos no debían estar en el vestuario femenino. Pero ellos reaccionaron enseguida, mostrando una actitud divertida. Los tres eran bastante apuestos. Con uno de ellos me había sentido humedecida una vez, cuando se me acercó en pleno entrenamiento y pude oler su transpiración; su olor a macho.
    
    Uno de ellos le dijo a sus amigos:
    
    “Pero miren quién está aquí y desnudita para nosotros; la señora rubia veterana de las calzas amarillas que le marcan la cola…”
    
    Era verdad; no era mi intención provocar a nadie en ese lugar, pero yo acostumbraba vestir unas calzas amarillas muy ajustadas, que marcaban todas mis curvas, en especial mi raja por delante y mis firmes cachetes por detrás. Sabía que todas las miradas masculinas se posaban todo el tiempo en mi culo; pero esas calzas eran demasiado cómodas y prácticas como para dejar de usarlas…
    
    Me quedé estupefacta, no supe ...
    ... responder. Además no había reaccionado a tiempo y ya esos tres lindos chicos me habían visto totalmente desnuda. Tres pares de ojos se regodearon escaneando mis tetas y mi pubis perfectamente depilado.
    
    Mientras pensaba en qué decirles; sentí que comenzaba a humedecerme de la excitación y el morbo que me provocaba estar desnuda frente a esos tres mocosos.
    
    Yo era una “veterana” para ellos; a pesar de que apenas había cumplido treinta y nueve años nada más…
    
    No quería infringir las normas de urbanidad del gimnasio; pero por un segundo pensé en que me habría gustado pasarlo bien en manos de esos tres pibes; que ahora me miraban con sus ojos cargados de lujuria y deseo. Por más veterana que ellos me consideraran, mi cuerpo todavía despertaba silbidos en la calle.
    
    Alcancé a rodear mi cuerpo con la enorme toalla; pero el chico que me gustaba estiró una mano y me descubrió otra vez, dejándome expuesta ante sus amigos. Pensé que me moría de vergüenza, pero al mismo tiempo volví a notar una humedad incómoda entre mis muslos…
    
    El chico sonrió y le comentó a sus amigos:
    
    “Qué linda cosita depilada tiene la veterana; me la comería toda…”
    
    Los otros dos largaron unas fuertes carcajadas festejando el chiste y eso me asustó un poco. Retrocedí y apoyé mi espalda contra una pared. Los tres se acercaron y me rodearon. Intenté cubrirme con mis manos, pero era algo inútil.
    
    Comenzaron a acariciar mi cuerpo con suavidad. El susto se me pasó y comencé a disfrutar sus caricias; pero ...
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